Disposición

Funciones del comité de gestión ambiental

Un ejemplo de cómo pueden describirse las funciones de comité de gestión ambiental se presenta a continuación:

Funciones del comité de gestión ambiental para la elaboración del plan de GIRS

Corresponde al comité de gestión ambiental para la elaboración del plan de GIRS:

1. conducir el proceso de elaboración del plan de GIRS.
2. Elaborar un plan de trabajo para el desarrollo del proceso de elaboración del plan de GIRS.
3. Establecer los canales de comunicación y de divulgación:
a. talleres de consulta o de presentación de resultados y propuestas,
b. presentación a medios de comunicación,
c. campañas de sensibilización y educación en la comunidad para retroalimentar y legitimar el proceso de planificación.
4. Asignar las funciones y las responsabilidades específicas de cada miembro del comité de coordinación de acuerdo al plan de trabajo.

Para mayores detalles ver CYMA (2007)



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Presentación a la municipalidad para la oficialización

La municipalidad recibe un insumo final del plan de cierre técnico para oficializarlo.

Es importante que la municipalidad lo de como recibido y desde entonces adquiera vigencia como documento final.

 



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Manejo de conflictos

Los conflictos sociales que se pueden presentar en relación con el manejo de los residuos sólidos pueden tener raíces socio económicas profundas, ya que la pobreza en algunas comunidades del municipio generan asentamientos en precario, en los que las municipales no sólo encuentran conflictos en el tema de los residuos sólidos, sino que además existen en materia de derechos de propiedad, permisos de construcción, acceso al agua, desechos líquidos, afectación de recursos naturales, red vial, seguridad, etc.

Los temas de migración tienen un gran efecto en el incremento de los asentamientos en precario y la situación anterior, y la migración puede ser desde zonas rurales o incluso de extranjeros, que generan un incremento de residuos sólidos y demanda de otros servicios.

Algunos aspectos se pueden catalogar como culturales, porque las prácticas de no recolección de residuos o la ausencia de cobro, crea hábitos en los vecinos de algunas comunidades, que cuando se busca revertir la situación, son tomados como afectación de derechos adquiridos por algunos pobladores.

Por otro lado algunos de los temas no atendidos por la municipalidad a través de los años en algunas comunidades son fuentes de conflicto, y estos temas pueden ser incluso ajenos a los residuos sólidos, por ejemplo puede ser un tema de agua, un tema de caminos o desacuerdos con empresas o fincas vecinas en los que los vecinos no han percibido la adecuada acción de la municipalidad. Estos conflictos pueden incidir en la actitud de los vecinos con respecto al proceso de planificación de la GIRS.

Los conflictos pueden originarse en la misma debilidad en la gestión que haya mostrado la municipalidad históricamente.

La falta de servicios municipales en algunos sectores de la comunidad, o la misma falta de continuidad de planes en el pasado, crean incredulidad en los vecinos sobre las posibilidades reales de la municipalidad de ofrecer servicios de calidad en el futuro y apegarse a un plan de GIRS, por lo que se genera mucha resistencia contra cualquier cambio que la municipalidad pueda generar.

Detección temprana, análisis, diálogo y solución

La técnica básica del manejo de conflicto es la detección temprana, el análisis, el diálogo y la solución.

En enfoque del municipio debe ser la detección temprana de los conflictos, preferiblemente antes que proliferen en el proceso de planificación de la GIRS.

Todos los conflictos que se pueden identificar como relevantes en el proceso deben monitorearse y tener un plan de atención previo, si es posible, o paralelo con el proceso de planificación o, si lleva tiempo enfrenarlo, cada conflicto debe contar con acciones para su solución dentro del plan de GIRS, o como un plan aparte, para ser ejecutado durante la implementación del plan GIRS.

El manejo de un conflicto parte de un adecuado análisis para comprender el conflicto en sí, para discernir si lo que se conoce del conflicto es la causa o más bien es el efecto, porque en algunos casos las causas subyacen en lo profundo y lo que se percibe son sus efectos.

El manejo del conflicto debe pasar por el diálogo con los actores respectivos, para sensibilizarlos sobre las medidas y acciones que la municipalidad va tomar para solución de los problemas, lo cual requiere de voluntad y decisiones políticas.

 Ventajas de la gestión constructiva de conflictos

En GIZ (2011) esta técnica de detección temprana, análisis, diálogo y solución la denominan gestión constructiva de conflictos y la presentan en ocho pasos:

1. Generación de un espacio de reflexión y análisis de la situación.

Se trata de hacer explícitas las motivaciones por las cuales de la municipalidad busca atender o manejar los conflictos identificados entre los actores sociales relevantes.

2. Sensibilización y capacitación a funcionarios municipales sobre beneficios de la gestión constructiva de conflictos.

Se trata de la sensibilización al personal de la municipalidad y otros actores, así como la capacitación que les permita tener habilidades, conocimientos y técnicas para el manejo de conflictos.

3. Conformación de personal municipal con responsabilidades y funciones para el tratamiento de la gestión constructiva del conflicto.

Es la conformación de un equipo para la gestión de conflictos del municipio, para analizar y planificar las actividades que se definan.

4. Análisis del flujo de información con fuentes fidedignas que permita verificar la situación.

Es la captura de información que permita conocer las demandas y necesidades del municipio y los grupos objetivos para que se cuente con información oportuna y actualizada para la toma de decisiones.

5. Monitoreo y seguimiento de conflictos sociales.

Es el mecanismo de conocer la dinámica, forma y manifestación de los conflictos, así como su tendencia, lo cual es información que se organiza en reportes.

6. Conformación de un equipo analítico multidisciplinario para analizar el conflicto con reflexiones y visiones de la política municipal requerida.
La información del monitoreo se usa para el análisis y la reflexión para generar recomendaciones y opciones de estrategias entre el personal municipal, asesores técnicos y actores sociales relevantes.

7. Generación de condiciones para el diálogo y la negociación.

Las decisiones tomadas deben incorporar además de las recomendaciones técnicas anteriores, la línea política definida por la municipalidad, así como las acciones requeridas de otras instancias o instituciones involucradas.

A la opción estratégica elegida se le asigna el responsable municipal para su coordinación. A esta estrategia se le define la forma de contactos, acercamiento, presentación y negociación con los actores del conflicto. Se busca resolver los conflictos en forma pacífica, bajo una agenda común y de atención conjunta, fomentando la participación ciudadana comprometida.

8. Evaluación de los resultados.

Consiste en evaluar los resultados logrados con el manejo de los conflictos y definir las áreas por corregir y las de corregir para asegurar una tendencia de resolución de los conflictos.

 



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Proceso de capacitación

Uno de los aspectos claves para el éxito del comité de gestión ambiental de la elaboración del plan GIRS es el conocimiento de sus labores y los instrumentos que debe coordinar para llegar al Plan de GIRS.

Con la capacitación se busca que todos los miembros del comité de gestión ambiental y otros actores que participen en comités especiales puedan compartir una misma visión o acercamiento del tema y se entiendan en un mismo “idioma”.

Además, con la capacitación se busca equilibrar el conocimiento que tengan los diferentes actores sociales sobre el tema de residuos sólidos, y que algunos posiblemente tienen experiencia previa, mientras que otros pueden estar comenzando apenas en un proceso de este tipo.

Un aspecto muy importante es identificar las necesidades de capacitación de cada miembro, por lo que en el link se ofrece un ejemplo en versión MS Word de un cuestionario sobre las necesidades de capacitación.

El proceso de capacitación de los miembros del comité de gestión ambiental debe incluir al menos:

• Gestión integral de residuos sólidos.

• Marco legal e institucional alrededor de la gestión de los residuos sólidos.

• Manejo de dinámicas comunales participativas.

• Instrumentos y mecanismos para construir un diagnóstico.

• Cómo llevar un proceso de planificación estratégica.

• Concepto de evaluación y monitoreo.

• Resolución alternativa de conflictos.

• Mecanismo para evitar, reducir, reusar, valorizar, tratar y disponer los residuos.

• Establecer un proceso de validación.


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Conformación de un comité de gestión ambiental de GIRS

Consiste en organizar a los actores relevantes en un comité de gestión ambiental para elaborar el plan del GIRS y participen en otros procesos de la gestión de los residuos sólidos.

La selección de los miembros del comité es vital para cumplir los objetivos de un proceso participativo, por lo que las personas consideradas deben mostrar interés, compromiso y disponibilidad para las actividades y reuniones que al comité corresponden.

Es importante tener la presencia de organizaciones relevantes en el análisis y solución de los problemas de los residuos sólidos, así como las instituciones encargadas de velar por aspectos que se relacionan con el control actividades generadoras, el ambiente, la salud y la educación.

La selección de las personas en un comité de gestión ambiental debe tomar en cuenta el nivel de compromiso que la persona muestre para constituir y mantenerse en el comité e involucrarse en todo el proceso de elaboración del plan de GIRS.

También es muy importante tener involucrados a aquellos actores sociales que se hayan identificado con alta relación y alta influencia sobre sectores involucrados en las diferentes fases del manejo de los residuos sólidos, ya que estos pueden acelerar la sensibilización y los consensos que tengan aceptación de estos sectores.

Es importante que se designe a un funcionario de la municipalidad como el encargado de coordinar el comité, y ofrezca una guía técnica mientras se capacita al comité, para así lograr que las actividades del mismo estén siempre en línea con los objetivos de la elaboración del plan de GIRS. En el siguiente link se observa que todos los actores involucrados deben seguir un proceso de capacitación.

Se recomienda que se pueden elaborar un convenio de cooperación o carta de intención entre las organizaciones, instituciones o empresas que participan en el comité de gestión ambiental con la municipalidad. Lo que se busca es formalizar su aporte en el proceso, dejando claramente establecidas las responsabilidades que asume.

Un convenio de cooperación también es útil para que la persona designada por la institución pueda incluir el tiempo dedicado a este proceso en su tiempo laboral y no lo considere como un recargo, garantizándose así su participación. En el link se puede observar un modelo de convenio de cooperación en una version MS Word.

Como se trata de un proceso de consulta, de evaluación de la situación alrededor de los residuos sólidos, de las alternativas de solución y validación del plan de acción, es importante que el proceso pueda ser llevado a cabo con los procedimientos adecuados para cada una de esas actividades, por lo que la Municipalidad no debe descartar asesorarse técnicamente sobre las dinámicas de un proceso participativo.

Es muy importante que las personas que formen parte del comité de gestión ambiental para la elaboración del plan de GIR cuenten desde el inicio con el conjunto de actividades que les corresponde hacer para llegar a obtener el plan de GIRS. En el link se encuentra un ejemplo de este programa de trabajo del comité de gestión ambiental.

Algunas de las actividades que debe contemplar el plan de trabajo son:

1. Realizar sesión inicial y conformación del comité de gestión ambiental.
2. Organizar sesiones de capacitación.
3. Organizar sesiones de trabajo para formulación del plan de GIRS.
4. Construir un diagnóstico sobre la situación de los residuos sólidos.
5. Formular un plan estratégico de GIRS.
6. Organizar sesiones de validación comunal.
7. Hacer presentación para validación política ante la municipalidad.

Además, es recomendable que como uno de los primero acuerdos del comité, se establezcan cuáles son sus funciones, para que cada uno de sus miembros tenga claro las funciones que el comité tiene a cargo y cuáles son los compromisos que se adquieren. Es deseable que tales funciones estén por escrito y sean parte de la capacitación de los miembros del comité gestión ambiental. Un ejemplo se encuentra en el link funciones del comité de gestión ambiental.


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Presentación de resultados y validación

La propuesta final del plan de cierre técnico debe ser presentada a los actores sociales en un taller de trabajo, con actores clave que no están participando dentro del comité de gestión ambiental.

El objetivo de este taller es validar y retroalimentar la propuesta. En este taller es necesario aplicar las técnicas para talleres participativos apropiadas, de manera de que se estimule una gran participación y discusión para que haya apropiación de los temas, y los participantes los tomen como suyos.

Además, las dinámicas participativas deben procurar arribar a resultados concretos sobre la propuesta de cierre técnico del sitio de disposición.

Cuando se han monitoreado la existencia de conflictos, paralelamente se deben delinear las estrategias sobre el manejo de conflictos que la municipalidad va a incorporar en sus políticas y acciones.



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Estudios previos de preparación de plan de cierre

Una vez se determine el momento del cierre, se debe comenzar el estudio preliminar que determine el estado actual del lugar, sus efectos potenciales y las opciones de recuperación potenciales.

Según el Proyecto de cierre técnico del vertedero de desechos de la Municipalidad de San Pablo (2014), es importante que los estudios tengan un diagnóstico de la población involucrada, evaluación de elementos de salud, ambiente, cultura y aspectos sociales a los que debe atender el cierre técnico antes, durante y después de la clausura, especialmente si en el periodo de recuperación se plantean aprovechamiento para la comunidad.

El análisis de la situación actual debe incluir (Municipalidad de San Pablo, 2014):

• Cobertura final del relleno.
• Definición de áreas de amortiguamiento ambiental.
• Sistema de control de fauna nociva.
• Sistema de drenajes pluviales.
• Sistema de control de biogás.
• Sistema de monitoreo de aguas subterráneas.
• Sistema de control de lixiviados.
• Caminos internos definitivos.
• Bardas de protección.

Plan de cierre para el botadero a cielo abierto de residuos sólidos del municipio de Inirida - Guainia

Con base a lo expuesto en Lobo y otros (2016), estos trabajos comienzan con la recopilación de antecedentes y una sectorización del área de cierre. Los estudios previos deben incluir los aspectos siguientes:

• Estratigrafías del subsuelo, con calicatas de reconocimiento.

• Evaluación hidrogeológica para detectar el nivel freático natural.

• Determinación de presencia y migración del biogás.

• Caracterización de los materiales depositados (composición, estado de degradación, tipo de cobertura).

• Determinación de presencia y migración de lixiviados y su caracterización.

• Evaluación geotécnica (ensayos de penetración, prospección geofísica, ensayos de carga).

Esta fase inicial del proyecto es fundamental para definir el estado del vertedero, y buscar el mejor proceso de cierre desde un punto de vista técnico, social y económico.

El costo del cierre variará en función del tamaño del sitio, así como las condiciones que demanda su entorno.

Los estudios previos demandan estudios de profundidad y muestras para ver el confinamiento de lixiviados, biogás y agua subterránea.

 

 

 

 



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Determinación del momento del cierre

La primera fase es la determinación de la vida útil de un sitio de disposición de residuos sólidos, para saber cuándo se requiere programar un cierre técnico, o incluso determinar si su vida útil fue superada y ya debía haber sido clausurado con anterioridad.

Dado que la realidad de muchas municipalidades es que operan sitios de disposición con la presión de disponer de alguna forma de sus residuos sólidos.

Independientemente de la vida útil del sitio, en muchos casos la determinación del cierre es más política que técnica, y estos criterios deben considerarse para prever el momento del cierre del vertedero.

Por otro lado, un factor primordial al definir la solución es el presupuesto disponible, pues la clausura implica costos importantes que definen el momento en que se puedan iniciar las acciones.

Posiblemente se requiera un plan desarrollado por un profesional en ingeniería sanitaria para determinar los márgenes de manejo que pude tener un sitio de disposición y prever un plan de migración a otros sitios para determinar el momento del cierre.

Incluso el cierre puede ser paulatino, en el que algunas de las zonas del sitio de disposición comiencen el proceso de cierre, aunque otras se mantengan en operación.

 

 



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1 – Diseño de un plan para un cierre técnico

Según MMAA (2012), cuando concluye la vida útil de un relleno sanitario o un vertedero, se requiere un plan de cierre técnico para lograr la integración de los terrenos con el medio que lo rodea de una manera sostenible. El proceso requiere la formulación del plan de cierre, con las obras y actividades destinadas a mantener las condiciones anaeróbicas de la disposición de los residuos, controlar la migración de biogás y lixiviados, así como mantener la integridad del sitio de disposición luego de su clausura.

El plan de cierre técnico debe contener:

• Caracterización y descripción del proyecto.

• Marco Institucional.

• Políticas Institucionales:

• Misión

• Visión

• Etapa I del cierre técnico: manejo sanitario de recuperación

• Etapa II del cierre técnico: reinserción.

Etapa I del cierre técnico: manejo sanitario de recuperación

Se debe preparar un plan para la etapa inicial del cierre técnico, que es la recuperación. Esta se refiere a la etapa del cierre en que se hace gestión sanitaria para la reducción de los riesgos ambientales y la preparación de los terrenos para los usos futuros proyectados.

El cierre en esta etapa de recuperación pasa primero por definir un proceso de manejo sanitario, que incluye acciones de protección ambiental como el control del biogás, los lixiviados y la escorrentía superficial y el seguimiento ambiental del lugar.

Además, incorpora acciones de rehabilitación que incluye el mantenimiento del sitio y las operaciones de control y vigilancia ambiental.

Una vez previsto el saneamiento, puede entonces definirse la solución de clausura adecuada al uso elegido, con la cubierta final, casi siempre vegetación de la superficie, e instalación de estructuras de distintos tipos. Para estos elementos se definirá asimismo el plan de mantenimiento a largo plazo.

Aunque existe distintas estrategias para la recuperación de los sitios de disposición, Lobo y otros (2016) destacan tres enfoques básicos para recuperar el terreno:

1) aislar los residuos para evitar emisiones incontroladas de contaminantes.

2) retirar los residuos para su tratamiento o depósito en otro lugar.

3) tratarlos in situ hasta reducir sus potenciales impactos a niveles admisibles.

En la siguiente tabla se muestran las estrategias que pueden seguirse en la etapa de recuperación.

La solución desde esta perspectiva pasa por la reinserción social de los trabajadores en sitios de disposición, los denominados gestores de reciclaje, así como los tipos de asentamientos en estos lugares.

En siguiente link se puede ver el detalle de los  enfoques básicos para recuperar el terreno.

En el link se puede observar proceso de manejo sanitario para recuperación del sitio de disposición.

Etapa II del cierre técnico: reinserción

Se debe preparar un plan para la etapa inicial del cierre técnico, que se la reinserción. Controlado el problema ambiental mediante la solución de clausura de un manejo sanitario en su etapa inicial, se llevarían a cabo las obras de reinserción. La reinserción es un aprovechamiento del sitio de disposición, una vez finalizado el proceso de recuperación.

En la siguiente tabla se muestran las estrategias que pueden seguirse en la etapa de reinserción.

En el siguiente link se puede ver el detalle de estos  enfoques básicos para reinserción del terreno.

La inserción entonces puede hacerse mediante introducción de cobertura vegetal para la integración paisajística, puede alternativamente plantearse la existencia de campos deportivos o de recreación.

Algunos usos económicos que se pueden dar incluyen agricultura, comercio, servicios, naves industriales y uso energético. El uso económico depende de la capacidad de los terrenos para soportar estructuras, las cuales deben ser livianas.

Lo que se descarta es el uso como nuevos asentamientos residenciales, dado a los peligros con emanaciones de gases y explosiones.

En el link se puede observar  proceso de manejo sanitario para reinserción del sitio de disposición, además a continuación se ofrece un documento MS Word con una recomendación de MMAM (2012) sobre  parámetros para monitorear en la etapa de pos-clausura.

 

 

 


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2 – Proceso de manejo sanitario para reinserción del sitio de disposición

Las recomendaciones de Lobo y otros (2016) para la reinserción del sitio de disposición son las siguientes:

Vegetación

Para MMAM (2012), una capa superficial vegetal promueve la evapotranspiración y ayuda a controlar la erosión por el viento y el agua, ayudando además para ser un soporte para el terreno. La capa vegetal se coloca sobre la capa impermeable, gracias a un recubrimiento con la tierra fértil.

Para MMAM (2012), la capa de cobertura vegetal es la última etapa de una cobertura multicapas sobre la masa de residuos: una capa de regularización, una capa de recogida de gases, una barrera impermeable, un drenaje mineral una capa filtrante y por último la capa de cobertura vegetal.

Con rehabilitación paisajística, el uso futuro requiere la plantación de especies vegetales que además de un objetivo estético, ayuden a estabilizar la superficie y reducir la erosión. Las acciones recomendadas son:

1. La vegetación depende de las condiciones locales como clima, tipo de suelo y condición del vertedero, es difícil establecer indicaciones generales sobre la plantación.

2. Estudiar la vegetación del entorno como una indicadora de las condiciones de supervivencia y para facilitar la recuperación de la superficie.

3. Plantar especies herbáceas de rápido desarrollo y raíces someras, como arbustos y árboles.

4. Cuando la capa no retiene la emisión de gases puede resultar tóxica para las plantas.

5. Se requiere espesor de suelo suficiente para el crecimiento de las raíces.

6. Los árboles y arbustos se reservan a zonas donde los vertidos biodegradables hayan sido menores, con menor emisión de gas, o se requiere mayor espesor de cobertura.

7. Diferenciar entre taludes del vertedero, según su orientación, más sol, más humedad o exposición a los vientos.

8. Si el uso previsto es para estructuras como aparcamientos, vías de comunicación, o naves industriales, considerar la capacidad de cargas y sobrecargas del terreno.

9. No deben instalarse edificaciones residenciales sobre residuos por el riesgo de migración del gas de vertedero entre las mismas, y el riesgo de contaminación y las explosiones.

10. Evitar construcciones cerradas o instalación subterránea a nivel del suelo sobre el vertedero o en las cercanías de menos de 50 m.

11. Cualquier estructura debe prevenir el riesgo de explosión gases con una buena ventilación y utilizando conducciones eléctricas con protección antiexplosiva.

12. Si no se ha impermeabilizado la superficie, debe evitarse drenaje, para limitar el riesgo de filtración del agua hacia el residuo antiguo.

Vigilancia pos-clausura

Tras el cierre da comienzo el período pos-clausura, Lobo y otros (2016) indican que el relleno sigue activo con procesos ralentizados por efecto de la cobertura y la desaparición progresiva de la materia degradable.

La actividad de vigilancia o seguimiento pos-clausura consisten en asegurar que los riesgos ambientales se mantienen bajo control: lixiviados, gases y estabilidad geotécnica. Las acciones recomendadas son:

1. Inspección visual periódica de las instalaciones para detectar agrietamientos en las capas de cobertura, deterioro en conducciones o chimeneas, erosión o emanaciones inesperadas de gas o líquido.

2. Controlar efecto de los lixiviados a través de la composición de las aguas superficiales y subterráneas aguas arriba y aguas abajo del relleno, según la topografía, hidrografía y configuración del vertedero.

3. Definir los puntos de control que permitan evaluar cambios relevantes de composición en todos los cursos de agua potencialmente afectados.

4. Controlarse la cantidad y composición del biogás emitido a través de chimeneas o líneas diferenciadas, y ver la evolución en las distintas zonas del vertedero.

5. Controlar distintas zonas de la superficie para asegurar la estabilidad con seguimiento de movimientos horizontales en los taludes y zonas conflictivas como programa de monitoreo de riesgos significativos.

6. Detectar situaciones excepcionales e introducir medidas correctoras con suficiente antelación.

7. Cuando el vertedero registre cambios más rápidos, normalmente recién clausurado, mantener una mayor frecuencia (por ejemplo semestral) de seguimiento de aguas, gases y asentamientos.

8. El plan de seguimiento debe marcar claramente los criterios de actuación así como planes de emergencia ante detecciones extraordinarias.

Mantenimiento

A pesar del cierre, el vertedero seguirá operando como el sistema de regulación, tratamiento y transporte de lixiviados y gases que ha acumulado y mantenido durante años. Las acciones recomendadas por Lobo y otros (2016) al respecto son:

1. El nuevo uso del relleno y su control requiere mantenimiento continuo de las acciones de cierre y reinserción que incluye:

a. Capa de sellado.

b. Taludes.

c. Barreras de contención.

d. Caminos de servicio.

e. Señalización.

f. Sistemas de evacuación de pluviales, lixiviados y de gases.

g. Vigilancia y control.

h. Plantaciones y estructuras.

i. Tratar roturas o agrietamientos de cunetas, conducciones y chimeneas.

j. Controlar la oxidación de elementos metálicos o la obturación de tubos.

k. Detectar problemas e ir solucionando como parte del mantenimiento.



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